Se debe seguir los siguientes pasos:
Recomendaciones para el Adulto Mayor
Abrigarse de manera adecuada, el cambio de temperatura y la humedad afectan las vías respiratorias. Ingerir líquido porque es el mejor fluidificante (disolvente) de secreciones. No fumar, porque podría generar una crisis en los adultos que sufren de bronquitis crónica y/o asma bronquial.
Vacunarse contra la gripe influenza, la neumonía y el neumococo.
Evitar cambios bruscos de temperatura. Lavarse las manos para evitar el contagio de enfermedades comunes de la temporada.
Recomendaciones para los niños y niñas
Continuar con la leche materna porque ésta tiene efectos protectores que disminuyen las posibilidades de infecciones respiratorias en los bebés.
El abrigo es importante pero no en exceso.
Cuando requiera salir de casa o en zonas con temperaturas muy bajas, el menor debe estar bien cobijado.
En el caso de resfríos, los bebés deben continuar con la lactancia materna y los más grandes ingerir abundante agua.
No usar descongestionantes orales porque tienen efectos adversos en los más pequeños.
Vacunarlos contra la gripe influenza a partir de los seis meses de edad y luego una vez al año.
Recomendaciones nutricionales para el invierno
La lactancia materna es fundamental. Se debe continuar con ella en los más pequeños.
Ingerir abundantes líquidos tanto niños como adultos.
Al hacer mucho frío y al estar en ambientes climatizados tendemos a deshidratarnos.
Consumir alimentos ricos en vitamina C: Como el tomate, pimiento, papaya, kiwi, camu camu, limón, naranja y mandarina. Comer ensaladas de frutas y verduras en general, de todos los colores y sabores. Incluir los alimentos de origen animal porque aportan proteínas importantes para el sistema inmune, entre ellas el zinc.